Aunque el primer episodio de piedras en el riñón suele aparecer entre los 30 y los 50 años, el 2% de los casos se dan en edad infantil, desde bebés hasta adolescentes, y con mayor incidencia en niñas.
En la mayoría de casos en edad infantil, los cálculos se deben a la dieta y/o a la cantidad de líquido consumido, factores que pueden influir en los niveles del pH urinario. Aunque también puede haber otros factores, como un componente hereditario, el sedentarismo, la obstrucción del flujo de la orina o una infección urinaria o renal.
Como en todo episodio de piedras en el riñón, el síntoma más común es un dolor muy fuerte y repentino en la zona baja de la espalda, conocido como cólico renal o cólico nefrítico. Este dolor puede desplazarse hacia el costado, hacia el abdomen o hacia la zona de la ingle cuando el cálculo se mueve por las vías urinarias. Incluso puede provocar náuseas y/o vómitos y presencia de sangre en la orina.
Su detección puede volverse una tarea complicada dependiendo de la edad del menor. Algunos se pueden quejar de dolor en la tripa, otros pueden cambiar de posición constantemente sin expresar qué les ocurre y otros simplemente puede que no sientan dolor en absoluto.
La presencia de piedras en el riñón se suele detectar con un análisis de orina y una radiografía o ecografía. Aunque en algunos casos se detecta en una evaluación por infección de orina o mediante una ecografía realizada por otro motivo. En cualquier caso, el tratamiento consiste en hidratar al menor, ya sea vía oral o intravenosa, para facilitar la expulsión y eliminación del cálculo de manera natural. Si el cálculo tiene unas dimensiones considerables, será necesaria una litotricia o una intervención para extraerlos de manera segura.
Cabe destacar que la probabilidad derecurrencia, es decir, de volver a tener un episodio similar, es del 30-50% en los siguientes 5 años y del 80% en los siguientes 10 años. Además, el porcentaje de casos aumenta hasta un 55% con la presencia de antecedentes familiares con cálculos renales y otros factores de riesgo.
Por esta razón, existen tratamientos alternativos indicados para personas con tendencia a la formación de piedras en el riñón. Es el caso del método Lit-Control, un sistema que permite medir y controlar el pH de la orina con el objetivo de restaurar el equilibrio ácido-base del organismo y evitar así futuras formaciones de piedras en el riñón.
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